Es bastante común encontrarnos con expresiones como "el gordito del salón tiene mucho peso", "ese niño tiene retraso", "mi mamá tiene mucho cariño"; y muchas otras. En esas expresiones afirmamos que, así como una persona tiene ojos, cabello, manos, masa, órganos, etc.; también tiene tristeza, enojo, lento aprendizaje, miedo, retraso, y demás. Freixa pretende dejar en claro que las cosas tienen propiedades esenciales, es decir, lo que "poseen" y otra totalmente distinta son sus propiedades relacionales. Por ejemplo, el autor menciona que al frotar un fósforo con una cerilla y se enciende, no podemos decir que la llama se encontraba en el fósforo o en la cerilla sino que la llama fue un producto de la relación entre éstos. En el mismo sentido no debemos decir que un enamorado tiene amor o que el amor está en su pareja, por el contrario, que el amor es un producto de la relación entre el enamorado y su pareja.
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